La torre de BBVA ubicada sobre la avenida Reforma y que resulta un edificio emblemático de la ciudad, tuvo que realizar obras viales auxiliares que permitiesen la distribución de tráfico vehicular para la salida del personal sin crear un congestionamiento en las principales avenidas circundantes. Para ello se diseñó un túnel que parte del sótano 2 de la torre y se bifurca para poder entroncar por un lado con el deprimido de la calle Lieja y hacia el otro lado con el deprimido de avenida Chapultepec.
Estos túneles en total tienen una longitud aproximada de 150 m, están conformados por muros tipo Milán, la losa tapa se conforma por tabletas prefabricadas con acero pre-esforzado y la losa de rodamiento es una losa maciza de concreto reforzado.
El diseño abarca tanto la solución estructural de los muros y losas, como las etapas de construcción, obras inducidas como el soporte de tuberías de agua potable, registros de CFE, registros telefónicos, etc.
La construcción se fue haciendo por tramos y en algunos casos se pudo construir a cielo abierto y en otros casos la excavación se hizo por debajo como tipo túnel minero, se hicieron lumbreras de acceso, soportes para equipos, etc.